Estamos seguros de que todas las empresas conocen el problema de que sus empleados pasan demasiado tiempo en las redes sociales. Según varios estudios, entre el 10 y el 25 por ciento del tiempo que los empleados pasan en la oficina es ineficiente. Los auditores han calculado que las pérdidas de la economía nacional asociadas a largas charlas entre los empleados y al desplazamiento por las fotos en las redes sociales ascienden a más de 4.000 millones de dólares anuales, y esta cifra no hace más que aumentar. Lo peor es que cerca de un tercio de las personas admiten que no sólo pasan mucho tiempo en las redes sociales, sino que son realmente adictos a ellas.
¿Cómo puede sacar a sus empleados de esta manía de consultar Instagram y Facebook cada 5 minutos, y ayudarles realmente a pasar el tiempo de forma más eficaz en la oficina? He aquí las mejores técnicas.
1. Motive a sus empleados para que trabajen más y mejor
Un empleado debe ganar no sólo su salario, sino también bonificaciones por alcanzar determinados KPI. Puedes crear un sistema de bonificaciones de varias etapas, que es especialmente común en las tiendas minoristas: por ejemplo, por ventas de 100.000 dólares al mes un empleado recibe una bonificación adicional de 1.000 dólares, por ventas de 250.000 dólares recibe una bonificación de 3.000 dólares, por ventas de 500.000 dólares recibe una bonificación de 5.000 dólares. Los números que hemos proporcionado son puramente ejemplos; pueden variar significativamente según el sector, el puesto del empleado y los objetivos asignados.
Sin embargo, todos sus empleados deben entender que cuanto mejor hagan el trabajo, más dinero recibirán. De este modo, será beneficioso para ellos trabajar más y no quedarse sentados sin hacer nada durante todo el día. Para comprometerse, los empleados deben recibir una motivación decente que realmente mejore su situación económica. Si el salario que reciben es de alrededor de 1.000 dólares y luego reciben otros 100 dólares en bonos, entonces créannos que simplemente eso no será considerado un bono, la compensación es absurda.
2. Establezca las reglas y controle su ejecución
Explique a sus empleados que no pueden utilizar las redes sociales dentro de la oficina, a excepción de las pausas para comer. Deben ser conscientes de que el incumplimiento de esta norma conllevará inevitablemente la retirada de su bonificación. Por supuesto, hay formas de que los empleados puedan eludirla: por ejemplo, pueden visitar las redes sociales desde su teléfono, pero con la ayuda de las cámaras de vigilancia o el control personal, es bastante obvio cuándo se utiliza un medio de comunicación con fines laborales y cuándo se utiliza para el entretenimiento.
¿Cómo controlar si un empleado accede a las redes sociales si es lo suficientemente competente como para limpiar el historial, la caché, etc.? Es entonces cuando los sistemas especiales pueden ayudar, como el software de monitorización de empleados Kickidler, que registra automáticamente la actividad prohibida.
3. Haga un seminario de gestión del tiempo
La práctica demuestra que el 90% de las personas no saben cómo planificar y organizar adecuadamente su tiempo. Ayúdeles, invíteles a una clase de gestión del tiempo, pague los servicios de un formador que le aclare a sus empleados cómo planificar el tiempo de forma eficaz. Por supuesto, esto no ayudará a todo el mundo, pero al menos una parte de su equipo será más eficaz, y los gastos se amortizarán rápidamente.
4. Invite a un terapeuta
El terapeuta puede ayudar a las personas que son adictas a las redes sociales y tienen miedo de admitirlo, o peor aún, conocen el problema pero no pueden resolverlo. El especialista identificará a las personas que sufren esta "enfermedad" y les ayudará a deshacerse de ella. Y en algunos casos, puede incluso aconsejarle que pase por alto las veces que un determinado empleado visita las redes sociales si en realidad es bastante productivo y las redes sociales resultan ser importantes para él (por ejemplo, si las utiliza para autovalidarse, para reconfortarse, para distraerse o para desviar la atención de los problemas laborales hacia otra cosa).
5. Restrinja el acceso técnico a las redes sociales
Es la forma más sencilla y eficaz, pero también la más cruda. Sus técnicos pueden asegurarse de que las redes sociales no sean accesibles desde ningún ordenador, ya sea de forma permanente o durante determinados periodos de tiempo (por ejemplo, de 8 a 20 horas, excluyendo las pausas para comer). Pueden bloquear las URLs identificadas por IP, introducir un filtro de contenidos. Hay muchas formas de hacerlo, es casi imposible eludirlas, e incluso si sus empleados lo consiguen, siempre puede controlar todo utilizando las herramientas de supervisión de empleados.
Las redes sociales no deben ser perjudiciales para la empresa. Si sus empleados no pasan más de 10 minutos al día usándolas, por ejemplo, para tener una pequeña charla con sus seres queridos o simplemente para relajarse después de un periodo estresante de trabajo, está completamente bien. Pero cuando las redes sociales ocupan varias horas al día, la eficacia y el rendimiento de la empresa disminuyen considerablemente. Para la empresa, este problema es crucial y debe resolverse.
6. Utilice la herramienta Autokick de Kickidler
Hemos actualizado nuestro software para incluir una importante herramienta de seguimiento del tiempo de los empleados llamada Autokick. Autokick es la solución ideal al problema de los empleados que utilizan las redes sociales en el trabajo, con sus características de notificaciones automáticas e interfaz de autocontrol. Las notificaciones automáticas le permiten notificar rápidamente al empleado y a su supervisor que está pasando demasiado tiempo en las redes sociales durante las horas de oficina. Además, la configuración del programa le permite establecer la cantidad de tiempo en redes sociales que será considerada como infracción. Por ejemplo, un empleado ha estado en las redes sociales durante 30 minutos al día o durante 10 minutos en una hora. La interfaz de autocontrol permite al empleado ver su propia productividad, es decir, cuánto tiempo ha pasado en sitios y aplicaciones productivos e improductivos. Esto ayuda al empleado a organizarse mejor a través de la teoría del juego.